2.2 Demanda Agregada
2.2.1 Marco de Referencia
Keynes, a trav?s de una brillante serie de documentos tales como Ensayos sobre la Persuaci?n, Ensayos sobre las Consecuencias Econ?micas de la Paz y la Teor?a General sobre la Ocupaci?n, el Inter?s y el Dinero, plante? un paradigma que se separa de los principios neocl?sicos de una forma radical pero s?lidamente razonada.
Esta corriente presenta modelos del comportamiento de los agentes econ?micos con un ?nfasis m?s idiosincr?tico que sistem?tico. Es decir, las decisiones de consumo de los agentes econ?micos no siempre resultan de la optimizaci?n de funciones c?ncavas y diferenciables en mercados completos. Esta falla de los mercados, o los l?mites a la racionalidad de los individuos, dan como resultado que muchas decisiones, como por ejemplo el ocio-empleo y o la demanda de instrumentos financieros, puedan describirse con ecuaciones que no tienen un origen com?n. As?, por ejemplo, los par?metros de la funci?n de demanda de bienes pueden tener poco que ver con los par?metros que rigen la oferta de trabajo. Esto resultar?a impensable en el modelo Neocl?sico, donde la optimizaci?n del bienestar que procura cada consumidor implica necesariamente la adopci?n simult?nea de decisiones en materia de consumo, ahorro, composici?n de portafolio y oferta de trabajo.
M?s alla de lo que comunmente se enfatiza como caracter?stica central del Keynesianismo al hablar de las rigideces que se presentan en los mercados laborales, nuestra interpretaci?n tratar? de ser m?s amplia. No s?lo en el mercado de trabajo, sino en todas las decisiones de los consumidores y productores, mantendremos la noci?n de que los mercados presentan fallas, y que tales fallas dan lugar a una relaci?n tal entre ofertas y demandas de bienes, instrumentos financieros y factores, que se rompe la neutralidad de la pol?tica monetaria y fiscal. A pesar de sus diferencias metodol?gicas, el modelo Keynesiano muestra semejanzas muy notables con el enfoque Neocl?sico. La m?s importante es que sus conclusiones surgen de un modelo de equilibrio general --si bien, hay que insistir, las ofertas y demandas son derivadas en forma distinta en uno y otro casos--, en virtud del cual, la determinaci?n del ingreso, empleo, tasas de inter?s y precios resultan de la interacci?n simult?nea de consumidores, productores y gobierno en los mercados de bienes, factores e instrumentos financieros. Tomando en cuenta lo que pasa en los mercados de bienes y financieros, se construye una funci?n de demanda agregada; y tomando al mercado de trabajo por el otro lado, llegaremos a una oferta agregada. El equilibrio general se dar? donde ambas cantidades se igualen.
Aqu? y en los siguientes tres cap?tulos hablaremos en detalle sobre como se construye la demanda agregada en econom?as cerradas y abiertas. Para tal fin usaremos las herramientas gr?ficas propuestas por Hicks, y despu?s adaptadas por Mundell para la econom?a abierta, y que comunmente es conocido como el sistema de curvas IS-LM.
2.2.2 La curva IS.
La IS tiene diferentes interpretaciones dependiendo del libro de texto que se consulte. Antes de ver en detalle cual es la m?s adecuada valdr?a la pena definirla de una manera quiz?s poco intuitiva, pero muy precisa. Es una funci?n que se obtiene sustituyendo en la identidad de cuentas nacionales una serie de ecuaciones de comportamiento. La identidad de cuentas nacionales dice que la demanda por productos generados en el pa?s, yd, es igual al gasto en consumo, c, m?s el gasto en inversion, i, m?s el gasto p?blico, g , m?s las exportaciones, x, menos las importaciones, im.
Cada uno de estos componentes de la demanda agregada se modela con una funci?n de comportamiento que si bien no proviene de los ejercicios de optimizaci?n de los cap?tulos anteriores, si responden al "sentido com?n" evidenciado en las regularidades emp?ricas a las que Keynes hace referencia repetidamente.
Estas funciones de comportamiento se presentan a continuaci?n:
La notaci?n usada tiene las siguientes equivalencias: t es el monto de impuestos cobrados sobre el ingreso de las familias, r es la tasa de inter?s (real), P es el Indice Nacional de Precios al Consumidor, en otras palabras, el nivel de precios, e es el tipo de cambio expresado en pesos por d?lar. La primera ecuaci?n se conoce como Funci?n Consumo. Su especificacion introduce la noci?n de que los individuos aumentan su consumo al aumentar su ingreso, si bien lo hacen en una menor proporci?n. Ello en virtud de que se supone que c0 es una cantidad positiva y que la propensi?n marginal a consumir, c1, es un coeficiente con un valor menor que la unidad. En relaci?n con esta funci?n , y de paso las dem?s ecuaciones detr?s de la IS y la LM, hay que detenernos para intepretar qu? significa que el consumo dependa de demanda agregada. En el fondo, se est? pensando en que la demanda por bienes depende del nivel de ingreso esperado por la gente. Este nivel esperado puede modelarse de varias formas. Una de ellas consiste en sustituir el nivel de demanda agregada como un indicador de dichas expectativas. Adem?s, en el equilibrio, es decir, cuando la oferta y la demanda agregada se igualen tales expectativas corresponder?n al nivel efectivo de ingreso y por lo tanto se validar?n. Hacer esta precisi?n es pertinente puesto que comunmente se afirma que la IS nuestra las combinaciones entre ingreso y tasa de inter?s que caracterizan al equilibrio en el mercado de bienes, afirmaci?n que es al menos imprecisa. La raz?n es que la IS se refiere exclusivamente a la demanda agregada y, para hablar de equilibrio en el mercado de bienes har?a falta una oferta agregada de la cual nada se ha dicho hasta ahora. En efecto, una manera m?s intuitiva de definir a la IS es como una funci?n que muestra, para un nivel dado de la tasa de inter?s, de los par?metros de las funciones de comportamiento, y un cierto nivel del tipo de cambio , cu?l es la cantidad demandada de bienes y servicios por parte del p?blico cuando sus expectativas de ingreso son tales que la producci?n de la econom?a fuera igual a la cantidad demandada a cualquier nivel de precios y no solamente en el nivel de precios de equilibrio. La segunda funci?n de comportamiento es la demanda de bienes de capital, por lo cual se le conoce como Funci?n Inversi?n. En ella se sugiere que, adem?s de responder inversamente a cambios en las tasas de inter?s, la inversi?n responde positivamente a expectativas de actividad econ?mica. El efecto, llamado acelerador, que deriva de la retroalimentaci?n que va de las expectativas sobre la demanda agregada a demanda de inversi?n y viceversa, est? relacionado con lo que Keynes identifica con los "esp?ritus animales de los inversionistas". La iron?a de la frase tiene que ver con que un modelo como ?ste hace que las expectativas se auto-validen. Es decir, si la gente cree que la econom?a pasar? por un mal momento invertir? y consumir? menos, lo cual se traducir? en una menor demanda, y o por ende en una econom?a deprimida. Lo contrario ocurrir? si los inversionistas y consumidores est?n muy optimistas. En consecuencia, las fluctuaciones econ?micas terminan por verse determinadas por el estado de ?nimo: el esp?ritu, muchas veces err?tico, de los agentes econ?micos. Finalmente, las importaciones dependen del tipo de cambio real (e/P) que refleja el costo relativo de los bienes importables con respecto a los bienes dom?sticos, y de las expectativas sobre el nivel de ingreso, descritas nuevamente por yd. Las exportaciones tienen, por su parte, un componente aut?nomo y otro que depende tambi?n del tipo de cambio real. As? pues, mientras m?s elevado sea el valor de e para un nivel dado de precios, es decir mientras se necesiten m?s pesos para comprar un d?lar, mayores ser?n las exportaciones y menores ser?n las importaciones.Adicionalmente, mientras las expectativas sobre la actividad econ?mica apunten hacia mayores niveles de producci?n, m?s alta ser? la cantidad demandada de bienes importados y, consiguientemente, menor ser? el saldo de la balanza comercial (definido ?ste por x-m)
Con base en lo anterior, la ecuaci?n de la IS se obtiene algebr?icamente al sustituir las ecuaciones de comportamiento en la identidad de cuentas nacionales, seg?n se muestra a continuaci?n.
Para los ejemplos de este cap?tulo supondremos los siguientes valores de los par?metros de las funciones de comportamiento. El lector puede modificar estos valores a su gusto para evaluar la sensibilidad de los resultados o bien, adecuarlos a las estimaciones de modelos econom?tricos disponibles.
La representaci?n gr?fica de la IS se hace generalmente en el cuadrante (r,yd). De esta forma, la relaci?n entre tasas de inter?s y cantidad demandada en el mercado de bienes corresponde a movimientos a lo largo de la curva. Por su parte, cambios en el tipo de cambio real, gasto p?blico, nivel de consumo aut?nomo, c0, inversi?n aut?noma, i0, importaciones, im0, y exportaciones aut?nomas, e0; se representan con desplazamientos de la curva.
En la gr?fica siguiente se observa que la IS tiene pendiente negativa. Por lo tanto, la cantidad demandada de bienes y servicios, yd, se incrementa al disminuir las tasa de inter?s real, r. Ello no es de sorprender en virtud de la relaci?n inversa que existe entre la demanda de inversi?n y la tasa de inter?s. Cabe se?alar que en la pendiente de esta curva est? impl?cito el efecto multiplicador y acelerador del consumo y la inversi?n, as? como las repercusiones de los cambios en las expectativas sobre el nivel de actividad en las importaciones.
Warning, the name changecoords has been redefined
La gr?fica siguiente muestra lo que sucede al incrementarse el gasto p?blico de 100 a 150 unidades. La IS se desplaza hacia arriba y hacia la derecha. Adem?s, cabe hacer notar que el desplazamiento hacia la derecha de la curva es m?s que proporcional al incremento en el gasto. Concretamente, si tomamos cualquier nivel de tasa de inter?s y nos concentramos en el desplazamiento horizontal de la curva, veremos que resulta ser de aproximadamente 100 unidades: es decir, una relaci?n de 2 a 1. Este es precisamente el impacto combinado del efecto multiplicador y del acelerador. Un efecto similar se obtiene con cambios en el nivel aut?nomo de consumo, c0, o cambios en el nivel aut?nomo de inversi?n, i0.
Una situaci?n similar se presenta cuando se modifica el tipo de cambio. Una depreciaci?n de la moneda, por ejemplo al pasar de 1 a 10 pesos por d?lar ilustra en la siguiente gr?fica animada, donde se ve nuevamente un desplazamiento la curva hacia arriba y a la derecha.
2.2.3 La curva LM.
El segundo paso que se da para construir la demanda agregada, es la definici?n de la funci?n LM. Gr?ficamente, ?sta nos muestra las combinaciones entre tasas de inter?s y demanda agregada que son consistentes con el equilibrio en el mercado de dinero. Algebr?icamente, la LM se obtiene al igualar oferta y demanda de dinero y expresar a la tasa de inter?s en funci?n de la demanda agregada y de otras variables, como el nivel de precios. Paso por paso, conviene ir viendo las principales caracter?sticas de la demanda de dinero, cuya especificaci?n se presenta a continuaci?n:
Tres son los principales aspectos a subrayar:
En primer lugar, el p?blico demanda una cierta cantidad de dinero en funci?n del nivel de precios. Esto es entendible ya que el dinero tiene como uso principal la realizaci?n de transacciones en los mercados de bienes y activos financieros. Si el nivel de precios se incrementa, la cantidad necesaria de dinero para realizar tales compras tambi?n aumentar?.
En segundo lugar, la cantidad demandada de dinero responde a las expectativas que el p?blico tiene sobre el nivel de ingreso (aqu? tambi?n expresadas en t?rminos del nivel de demanda agregada de la econom?a, yd): si el nivel de ingreso esperado aumenta, el p?blico tender? a gastar m?s en bienes y servicios para lo cual demandar? m?s dinero . Cabe apuntar aqu? que, si bien esta l?nea de razonamiento reconoce que debe existir una conexi?n entre las decisiones de consumo y de demanda de dinero, esta conexi?n no es expl?cita ni proviene de un ejercicio de optimizaci?n con restricciones a la usanza del enfoque Neocl?sico.
En tercer lugar, la demanda de dinero es funci?n del nivel de tasas de inter?s. A este respecto se encuentran interesantes paralelos entre el planteamiento keynesiano y neocl?sico, as? como tambi?n diferencias significativas. Por un lado se acepta que variaciones en la tasa de inter?s se traducen a su vez en variaciones en el perfil intertemporal del gasto de los agentes econ?micos. En consecuencia, aumentos en la tasa de inter?s implican menor consumo presente y mayor consumo futuro. Por ello, al caer el gasto presente, tambi?n lo hacen las necesidades de efectivo del p?blico. Ciertamente, esta l?nea de razonamiento es muy parecida a la del enfoque neocl?sico. Las diferencias de punto de vista, sin embargo, se ubican en el terreno de lo que Keynes llam? demanda de dinero por motivo especulaci?n. Sabemos que el precio de activos tales como bienes ra?ces, valores de renta fija y el propio mercado de valores son afectados por el nivel de tasas de inter?s. Con estos activos, cuando las tasas son bajas, su precio tiende a ser mayor. Ahora bien, supongamos que las tasas de inter?s son tan bajas que los especuladores estiman que en un plazo corto ?stas se incrementar?n. Esto es equivalente a afirmar que esperan que el precio de los activos caiga. Este especulador, en anticipaci?n a los movimientos de mercado podr?a estar vendiendo otros activos en su poder a un precio alto y acumulando saldos monetarios a fin de estar en condiciones de entrar al mercado de dichos activos cuando los precios finalmente caigan. De estas explicaciones se desprende que es poco id?neo afirmar que la tasa de inter?s sea el precio del dinero, y que por eso al subir este precio cae la cantidad demandada como con cualquier otro bien. La tasa de inter?s debe verse como el costo de oportunidad del consumo futuro en t?rminos del consumo presente. Es por ello que la relaci?n que se da entre demanda de dinero y tasa de inter?s es el de una demanda derivada cuyo canal de transmisi?n implica reconocer lo que sucede en los mercados de activos y de fondos prestables.
Teniendo en cuenta lo anterior, pasamos a definir al equilibrio en el mercado de dinero por la situaci?n donde la oferta, inel?stica al nivel M, es igual a la demanda, seg?n se da cuenta a continuaci?n.
Adem?s, otra vez parametrizaremos el modelo a fin de poder hacer las gr?ficas siguientes, dejando al lector interesado la posibilidad de explorar lo que sucede al modificar dichos valores.
La siguiente gr?fica muestra la relaci?n entre la demanda agregada y la tasa de inter?s desde la ?ptica del mercado de dinero. Aqu? vemos como aumentos en la tasa de inter?s tienen que compensarse con cambios en el ingreso esperado, de manera que la demanda de dinero no cambie, dado que hemos supuesto que la oferta de dinero es inel?stica a un cierto nivel M. Por eso la curva LM tiene pendiente positiva.
Por su parte, aumentos en la cantidad nominal de dinero, M, se ven como desplazamientos de la curva hacia abajo y a la derecha. La raz?n es que, para un cierto nivel de tasas de inter?s, un aumento en la cantidad de dinero implicar?a un exceso de oferta en el mercado que, para compensarse requerir?a de una mayor demanda agregada y por lo tanto de una mayor demanda de efectivo por parte del p?blico. Equivalentemente, puede decirse que para un nivel dado de la demanda agregada, el exceso de oferta se compensar?a con tasas de inter?s menores. La gr?fica siguiente muestra lo que sucede cuando la oferta de dinero pasa de 1 a 10.
Por su parte, incrementos en el nivel de precios, P, se traducen, para un nivel dado de ingreso y tasas de inter?s, en un exceso de demanda, ya que el p?blico requiere m?s efectivo para llevar a cabo sus transacciones. Entonces, para restablecer el equilibrio se tendr?an que observar tasas de inter?s m?s altas o bien un nivel de demanda agregada menor, a fin de que la cantidad demandada de dinero regrese al nivel que ten?a antes del mencionado incremento en precios. Por eso es que la LM se desplazar?a en una circunstancia como ?sta hacia arriba y a la izquierda.
2.2.4 Demanda Agregada
La ecuaci?n de demanda agregada se construye a partir de lo que sucede con el punto de cruce entre la IS y la LM al variar el nivel de precios. Recordemos que estas curvas se desplazan al cambiar el nivel de precios. En el caso de la IS, el desplazamiento se da en virtud de la presencia de la variable P en el denominador del tipo de cambio real e/P. Del lado de la LM, por las razones expuestas en los p?rrafors previos. En el punto de cruce de la IS y LM, el nivel de demanda agregada que satisface las siguientes condiciones:
Cumple con la identidad de Cuentas Nacionales;
Satisface las ecuaciones de comportamiento de consumidores, inversionistas, importadores y exportadores y
Cumple con el equilibrio en el mercado de dinero.
En la gr?fica que aparece abajo vemos lo que sucede con la combinaci?n (yd,r) cuando se incrementa, ex?genamente, el nivel general de precios. Se tiene que tal incremento desplaza hacia arriba y a la derecha la curva LM. Por su parte, los par?metros de la IS est?n calibrados de tal suerte que los movimientos de dicha curva son imperceptibles cuando cambian los precios. Relajaremos esta restricci?n en un par de cap?tulos m?s adelante.
Antes de que instruyamos a Maple 8 sobre la b?squeda de la expresi?n que define a la demanda agregada, debemos recordar que los par?metros y variables ex?genas tienen valores num?ricos asignados. Debemos, por lo tanto, volver a definirlos como "objetos variables". Ello se hace mediante las declaraciones que aparecen a continuaci?n.
Ahora bien, para obtener la expresi?n algebr?ica de la demanda agregada, primero se resuelve simult?neamente el sistema IS y LM, tomando como variables end?genas a la tasa de inter?s r, y a la demanda agregada, yd. Despu?s, se despeja el nivel de precios, P de la soluci?n.
Para graficar este resultado, volvemos a asignar valores a los par?metros y variables ex?genas del modelo. Se obtiene as? una curva con pendiente negativa, muy similar en forma a la de la demanda de un bien espec?fico resultante de un ejercicio de optimizaci?n Neocl?sico. No sobra insistir nuevamente que a pesar de las semejanzas gr?ficas, la manera en que se obtiene la relaci?n que vemos aqu? es muy diferente. Se trata pues, de una s?ntesis de lo que ocurre, del lado de la demanda, en los mercados de bienes y de dinero.
2.2.5 Usando el Modelo
Pregunta 1. ?Qu? pasa con la demanda agregada al cambiar el gasto p?blico con presupuesto balanceado?
A continuaci?n se presenta una gr?fica animada que ilustra lo que sucede cuando el gasto p?blico pasa de g[0] a g[1], sujeto a la restricci?n de que el gasto sea siempre igual a los impuestos. Esto se parametriza sustiuyendo g en lugar de t en la forma funcional de la demanda agregada, .
Como es de esperarse, a?n si los impuestos son iguales al gasto p?blico, la demanda agregada se desplaza hacia arriba y a la derecha. Esto se debe a la manera en que hemos especificado la funci?n consumo y la funci?n inversi?n. En efecto, al aumentar los impuestos, el consumo cae en menor proporci?n que la recaudaci?n porque, como hemos supuesto, su propensi?n marginal a consumir es menor que la unidad. En cambio, esos recursos pasan a otro agente econ?mico, que es el gobierno, cuya propensi?n a gastar es igual a uno, en virtud del supuesto de presupuesto balanceado.
Esta reasignaci?n de recursos de un agente que gasta menos a otro que gasta m?s, tiene por consecuencia evidente un efecto expansionario neto en la demanda agregada. En adici?n, una vez que la demanda agregada aumenta, entrar?n en operaci?n los efectos multiplicador y acelerador, en virtud de los cuales el p?blico aumentar? su demanda de bienes de consumo y de inversi?n al ver que la demanda agregada aumenta. Esta retroalimentaci?n entre espectativas y demanda efectiva converger? hasta mostrar el resultado que reporta la gr?fica.
Pregunta 2. ?Qu? pasa con la demanda agregada al variar la oferta monetaria?
Cambios en la cantidad de dinero, en una econom?a cerrada, producen cambios en el nivel general de precios de la misma proporci?n que las variaciones en la oferta monetaria, para un nivel dado de demanda yd.
Antes de ver como se llega a esta observaci?n, tomemos como referencia a la gr?fica animada siguiente. En ella se muestra lo que sucede cuando la oferta monetaria pasa de M[0] a M[1]. El efecto expansionario de esta medida se ve en el desplazamiento de la curva de la demanda agregada hacia arriba y hacia la derencha.
Ahora bien, si queremos caracterizar a nuestro modelo como uno de econom?a cerrada, o menos estrictamente, uno donde las importaciones y exportaciones no se ven afectadas por cambios en el tipo de cambio real e/P, bastar? con suponer que e1=im2=0.
Finalmente, evaluamos , el cual resulta ser igual a la unidad, como se ve enseguida.
Pregunta 3.?Es una devaluaci?n contraccionaria o expansionaria?
El desplazamiento de la demanda agregada en el tema que nos ocupa depende de la magnitud y direcci?n de los desplazamientos de la IS y de la forma de la LM.
Tomemos dos casos extremos. El primero ser?a aqu?l donde la demanda de dinero es sumamente sensible a cambios en la tasa de inter?s. Es decir, estamos pensando en el l?mite en el que m2 tiende a infinito. En tal caso, la LM es perfectamente horizontal y la demanda agregada refleja en toda su fuerza al efecto de la depreciaci?n o apreciaci?n del tipo de cambio sobre la balanza comercial.
Podemos medir los desplazamientos de la demanda agregada de dos maneras. El movimiento vertical, correspondiente a , y el desplazamiento horizontal por . Vemos, por ejemplo que cuando m2 tiende a infinito y para un nivel dado de ingreso, cambios en el tipo de cambio producen cambios proporcionales en el nivel de precios.
Del lado de las cantidades, la expresi?n siguiente nos muestra que las depreciaciones, aumentos en e, ser?n expansionarias. M?s a?n, su efecto ser? amplificado por la retroalimentaci?n que ya hemos comentado entre la demanda esperada y el consumo e inversi?n. El factor de amplificaci?n est? dado por el denominador de .
Por su parte, si m2 tiende a cero, es decir si la demanda de dinero es inel?stica a la tasa de inter?s, las variaciones en el tipo de cambio no tienen efecto alguno sobre la demanda agregada.
Lecturas Recomendadas
Gali, Jordi. How well does the IS LM model fit the post war US data. Quarterly Journal of Economics, vol 107(2), 1992
King, Robert. The new IS LM model: lamguage, logic and limits. Economic Quarterly, summer, 2000
Mankiw, Robert. Macroeconomics, Worth Publishers, New York 1944